Las donaciones financieras a través de la iglesia se realizan de dos maneras: diezmos y ofrendas. La Biblia enseña que adoramos al Señor llevándole nuestro diezmo, que es el 10% de nuestros ingresos. Cuando damos además de nuestro diezmo, se llama ofrenda.
Dios nos dice en Su Palabra que El ama al dador alegre, por eso siempre queremos crear oportunidades para dar, como Él nos dirija y con un corazón alegre, sin obligación